¿Que hago yo aquí?

Corría el año 1969 cuando Grete se operó de apendicitis. En teoría era un procedimiento rutinario, pero el cirujano se encontró con una pequeña sorpresa en mitad de la intervención.
--Me pinché con algo mientras te operaba-- le dijo a Grete una vez que esta se hubo despertado--. Hay algo extraño en tu zona pélvica, en el hueso. Creo que deberías sacarte unas radiografías y asegurarte de que todo está bien antes de quedarte en estado.
Aquello no hizo más que confirmar las peores sospechas de Grete. Hacía tiempo que sabía que su estructura osea no era como la de el resto de los mortales. Cuando tenía poco más de diez años le diagnosticaron una rara enfermedad llamada "exóstosis múltiple", que hacía que le salieran pequeños bultitos en los huesos. En muchas ocasiones, aquellos bultitos interferían con el correcto funcionamiento de sus músculos y había que extirparlos. Entre los 10 y los 14 años, Grete pasó casi tanto tiempo en el hospital como en su casa. Por fortuna, una vez que dejó de crecer, aquellos bultitos, que estaban hechos de materia osea, también dejaron de aparecer. No obstante, todavía le quedaban bultos por extirpar en el cuerpo y era imposible saber cuantos a menos que se hiciera un exámen radiológico completo, pues muchos de ellos estaban en sitios recónditos, donde no podían notarse al tacto. Ahora, con 23 años y justo cuando se planeaba quedarse embarazada, descubría que tenía otro regalito en la pelvis. ¿Significaba eso que no podría tener hijos?
Un par de semanas después de la su operación de apendicitis y para salir de dudas, Grete acudió a otro médico al que llamaremos "X". X le hizo unas radiografías y para alivio suyo, le dijo que no tenía nada de que preocuparse, que todo estaba en orden, que podía tener todos los hijos que se le antojase sin peligro ninguno. Grete se quedó en estado poco tiempo después. En aquella época no existían las ecografías y era peligroso para el feto hacerse radiografías durante los primeros meses de la gestación, así que Grete no se enteró de lo equivocado que estaba X hasta que le faltaron apenas dos meses para dar a luz. Jose Antonio, un ginecologo amigo de la familia que iba a asistirla durante el parto, recomendó que se le hiciera una nueva tanda de radiografías y se quedó lívido nada más echarles un vistazo. En ellas se podía ver la pelvis de Grete, de la cual salían tres bultos puntiagudos y afilados que apuntaban directamente a la cabeza del feto... a mi cabeza. Sí, aquel carajillo de futuro incierto era yours truly, Mr. Woodsman. Mis padres se tomaron aquel problema con resignación y sentido del humor. Mi primer apodo, antes incluso de haber nacido, me lo dieron ellos. Me llamaban "Scarface" (cara cortada) porque pensaban que iba a nacer con la cara llena de cortes... bueno.... eso si llegaba a nacer. Había muchas posibilidades de que la palmara antes y mi madre también estaba en serio peligro. Afortunadamente yo ya era espabiladillo por aquel entonces y me cambié de posición, huyendo de los dichosos pinchos. Me desplacé hacia arriba, a una posición completamente antinatural, en la que mi pie caía justo encima del nervio ciático de mi madre. Cada vez que daba una patada, mi madre veía las estrellas y en más de una ocasión llegó a desmallarse del dolor.
Gracias a Dios... o a Jose Antonio, tanto mi madre como yo sobrevivimos al parto y llegué a este mundo de una pieza y sin cortes en la cara.
A día de hoy, mi madre desconoce las razones que movieron a el tal doctor X a darle el visto bueno para concebir hijos. Nuestro amigo Jose Antonio contactó con él y le pidió las radiografías que este le había hecho a mi madre antes del embarazo y X se negó en redondo a dárselas. Quien sabe que demonios pasó. Quizás salieron movidas, o se velaron o X simplemente ni se las miró. Mis padres se plantearon la posibilidad de demandarle, pero lo desestimaron. En el fondo le estaban agradecidos, porque si hubiera hecho su trabajo como es debido, yo no estaría en este mundo. Vamos, que le debo la vida a un cabrón negligente que casi se carga a mi madre.
A veces me pregunto como reaccionaría si me encontrara a ese individuo por la calle. ¿Debería darle un guantazo o un abrazo?
PD. Ese niño regordete de los bucles pelirrojos que sale en la foto soy yo, y los de los lados son mis padres, claro.
13 comentarios
BiRDie -
Nystagmo -
Te felicito por tu prosa y por tu poesía, de verdad me gustó.
Respecto al tema del error médico quizás puedo arrojar algo de luz:
La exóstosis múltiple es una enfermedad con cierto componente hormonal, por lo que durante el embarazo es posible que espículas óseas previamente inaparentes vayan creciendo en esos meses.
rinxol -
woodsman -
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JACARANDA, me he deteriorado bastante desde la foto, :)
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Yo también te quiero, CAROLINA. Que la gente no te deje comentarios no quiere decir que no te lea. Seguro que tienes más lectores de los que te piensas.
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FABIOLA, Guagua??? Me habían llamado muchas cosas en esta vida, pero guagua... je
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ANNITA, y yo le agradezco a quien sea que te convenció para que te apuntaras en las clases de catalán. :)
Ana -
fabiola -
carolina -
Nadie entra en mi blog...( gracias por leerme...)
Besos, te quiero!
jacaranda -
Un besazo!
Erin -
Sólo quería saludarte. Desde que volví de Argentina no estamos en contacto..Ay, si, sé que te debo un mail...
Lo siento. Soy un desastre, caballero.
;-)
woodsman -
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CHARLIE, gracias por la inyección de moral. Estropeaillo... :(
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HERMANASTRA, a mi Jeunet et Caró nunca me han gustado demasiado. Me flipa Amelie y me divirtió mucho Delicatessen, pero de resto... me aburren.
hermanastra -
Además, me resulta esperanzador -en vez de bultitos en los huesos, a mí me salen adherencias en las tripas-.
En fin, que para aliens, nosotros mismos, fíjese usted ;-)
Carlos -
En la foto de baby, of course.
Ahora estás un poco estropeaillo, ya lo sabes... jajaja...
Bonita historia, con Happy End... yo podría contar una parecida, a ver si lo hago en mi blog...
Un abrazo tio!
Carlos.
Gracie Lou that loves you! -
Sos un éxito
Y yo, si lo veo, le doy un abrazo por el resultado.
Love youuuu